En los últimos años, se ha descubierto y denunciado a numerosas personas que ejercen profesiones con títulos falsos. La falsificación de títulos académicos es extremadamente dañina porque erosiona la confianza en las instituciones y, en algunos casos, peligrosa para aquellos quienes reciben los servicios ofrecidos por estos individuos, como tratamientos médicos, servicios educativos y psicológicos.
Es importante señalar que el hecho de que una organización contrate a alguien con títulos falsos debe considerarse como un fallo institucional grave, ya que demuestra que su sistema de contratación tiene serias debilidades y posee un personal que no ha sido adecuadamente capacitado.
Por otro lado, también están aquellas personas que obtienen títulos de instituciones no reconocidas o acreditadas. Estos títulos, que carecen de valor, son un poco diferentes porque no siempre es tan simple identificar una institución académica que no está reconocida; y a menudo, quien al graduarse recibe el título no es consciente de estar siendo estafado aunque es posible que hayan excepciones.
En este artículo, exploraremos dos vertientes para determinar si un título es válido:
- Si la institución que lo emite está reconocida por las autoridades competentes.
- Si el título en sí mismo es falsificado o alterado y no fue emitido a la persona correspondiente.
¿Está acreditada una institución de estudios superiores?
Determinar si una institución está acreditada no es una tarea necesariamente simple, ya que la forma de hacerlo depende de la jurisdicción en la que se encuentra. En la República Dominicana es relativamente fácil: cualquier centro de estudio superior debe estar autorizado por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), y por lo tanto, es posible indagar y verificar si la misma está legalmente autorizada. En la actualidad, no tengo conocimiento de un enlace o página web que permita hacer eso sin realizar una visita física o una llamada telefónica al MESCyT.
Pero no todas las jurisdicciones son como la República Dominicana. En Estados Unidos no existe el concepto, a nivel federal, de una autorización para que una institución pueda empezar a operar y emitir títulos. La autorización de operar está bajo control del estado en donde se encuentra dicha institución, y lamentablemente, esto significa que cada estado maneja ese asunto de manera muy distinta. Sin embargo, en Estados Unidos existe una regulación estricta de las organizaciones que se dedican a acreditar universidades, ya sea de manera global o por planes de estudios, y esa es la manera en que podemos verificar si una universidad está acreditada: si tiene una acreditación por una entidad autorizada por el Departamento de Educación.
Para ilustrar cómo se verifica la acreditación de una universidad en Estados Unidos, vamos a hacer dos ejemplos:
Para verificar estas instituciones, entramos a la Base de Datos de Instituciones y Programas Postsecundarios Acreditados (DAPIP, por sus siglas en inglés).
Una vez en la página, simplemente se copia el nombre completo de la universidad en la barra de búsqueda. Fijarse que también puedes colocar páginas web. Primero probemos con Humboldt International University. El resultado de la búsqueda se muestra más abajo:
Nótese que aparecen dos registros, si entramos en el primero, no parece estar acreditada porque está vacío, pero en el segundo registro aparece la siguiente información:
En donde dice que es una institución acreditada para educación a distancia. También se menciona que está acreditada desde el 21 de julio de 2024, lo cual es bastante reciente.
Vamos ahora a revisar si American Andragogy University está acreditada, y esta es la pantalla que aparece:
Simplemente la página no encuentra información. Eso significa que esta institución no se encuentra acreditada. Hay que tener en cuenta que los títulos de instituciones no acreditadas generalmente no son válidos para el ejercicio profesional en la República Dominicana y el MESCyT no lo reconocerá.
Para finalizar, verificar la acreditación de las instituciones en diferentes territorios del mundo dependerá de las leyes y regulaciones de esos territorios. En muchos países es posible hacer la verificación visitando las páginas web de los entes gubernamentales reguladores. Aquí solo hemos mostrado un ejemplo para el caso de Estados Unidos, que afortunadamente tienen una base de datos centralizada que permite fácilmente verificar si una institución está acreditada. Desafortunadamente, esto no siempre es posible en todos los casos.
Identificación de títulos falsificados
Identificar títulos falsos hoy en día es relativamente simple, pero hay que tomar algunas precauciones. Si una persona tiene a mano un título y desea verificar si es legítimo, simplemente se contacta con la universidad que emitió ese título. El departamento de registro de cualquier institución de educación superior le ayudará en ese proceso. Solo se tiene que suministrar la información del título y ellos le dirán si tienen ese título registrado y a nombre de quién está registrado.
Las universidades inclusive están haciendo esta varificación aún más simple, a través de sus páginas web institucional. La Dirección de Registro de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) tiene a su disposición una página web (https://soft.uasd.edu.do/ValidaTitulo/) para validar títulos emitidos por esta universidad. Asimismo, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) tiene un servicio de títulos electrónicos que permitirían validarlo electrónicamente. La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) también tiene un servicio para validar sus títulos. En fin, cualquier organización que haya capacitado a su personal puede utilizar éstos medios para hacer las verificaciones de los títulos nacionales.
¿Y si el título es internacional? Pues lo primero es verificar que la institución está acreditada, ya que si no lo está, entonces no importa si el título es o no falso. Lo segundo es contactar al departamento de registro de esa universidad solicitando la confirmación de que ellos realmente tienen registrado ese título como emitido por ellos. Creo que es preferible hacer esto por correo electrónico, utilizando solo cuentas de correo electrónico institucional, asegurándose que la información de contacto de la oficina de registro se haya conseguido de manera independiente.
Esta última parte es clave. La parte más vulnerable de confiar en las documentaciones entregadas por interesados, incluyendo aquellas que contienen legalizaciones por entidades gubernamentales, es que existe la posibilidad de que los documentos hayan sido alterados o simplemente fabricados. Lo apropiado es tomar la política general que si un documento vital ha sido tocado por alguien interesado y se ha roto la línea de custodia, entonces no se debe confiar en su contenido y tomar las precauciones apropiadas y hacer las verificaciones.
Por ejemplo, en caso de los récord de notas, estos pueden ser reales, pero hacerles alteraciones al documento no es imposible, como alterar el índice global o ciertas calificaciones. Con la tecnología y técnica es posible engañar a las personas más experimentadas. Por lo tanto, la forma más confiable de conseguir documentos inalterados es utilizar canales confiables, en donde las personas interesadas nunca lo hayan tocado, para poder asegurar la cadena de custodia. Una implementación de este principio es el envío directo de documentos sensibles utilizando correos o mensajerías privadas de institución a institución, como las Instituciones de Educación Superior envían los documentos de graduación al MESCyT.
Como se puede observar, con la capacitación adecuada, los casos de contratación de personas con titulaciones falsas en las instituciones públicas y privadas se harían prácticamente imposible. Es por eso que no se debe poner una confianza ciega en las legalizaciones, ya que éstos documentos también son susceptibles de falsificarse, en especial si la cadena de custodia entre la institución que legaliza y la entidad que utilizará esa legalización para verificación, no se puede garantizar. Es necesario implementar la capacidad en las instituciones que emplean profesionales en poder verificar los títulos por su cuenta, sin asistencia de los que tienen interés parcial en el proceso.
Por último, cuando se hacen estas verificaciones, ya sea por correo electrónico o a través del uso de páginas web, siempre hay que tomar medidas y precauciones para asegurarse de que se está comunicando con la entidad verdadera. Hay redes de malhechores que crean páginas falsas para validar títulos falsos. Por eso no me confiaría del todo en usar los códigos QR de los títulos, sino que llegaría a la página de verificación de manera independiente, para evitar ser llevado a una página que parece real, pero también es falsa.